Una limpieza adecuada es el primer paso para una piel
saludable.
Una
limpieza correcta con productos que respeten el pH y manto hidrolipídico de tu
piel es la base para tener un rostro resplandeciente.
Tomarte
un momento que sea relajante para ti y que sea una rutina balanceada para
cuidar tu piel. No solo ayuda a recuperar la salud en tu piel, sino que también
te ayudara a restaurar tu calma y equilibrio mental al empezar y al final del
día.
La piel tiene diferentes necesidades
durante la mañana que durante la noche.
Una
limpieza matutina es necesaria para retirar los residuos por la transpiración y
la regeneración natural que hay durante la noche, y para preparar la piel para
recibir un hidratante de día que la ayude a
protegerse.
Durante
la noche es cuando la piel se activa y hace su trabajo de transpiración y
eliminación de toxinas. Para ayudarla a hacer su trabajo es necesario limpiarla
de maquillaje y todos los residuos que hay en el ambiente, sin irritar ni
resecar.
La
piel no debe quedar “rechinando de limpia” o con una sensación de “piel
acartonada”. Esto es un indicio de que la capa hidrolipídica que protege tu
piel ha sido dañada. Aunque tengas piel grasa o con tendencia al acné, usar
espumas o productos secantes es contraproducente.
El
producto ideal para limpiar el rostro es una Leche o Crema Limpiadora de base vegetal
y de preferencia de origen orgánico. Son
muy destacables aquellas que contienen como base aceites vegetales de primera presión
en frio, como el de Aceite de Rosa Mosqueta, Aceite de Jojoba o Aceite de Argán.
Este tipo de limpiadoras tienen moléculas afines a la piel y por lo mismo
pueden entrar a los poros y arrastrar eficazmente todas las impurezas. Respetando completamente el pH y la capa
hidrolipídica de tu piel. Funcionan de
forma multifacética y se recomiendan para gente que tiene piel normal, seca,
sensible, mixta, grasa e incluso
propensa al acné.
3 pasos para una piel radiante
Antes
de iniciar tu limpieza, retira el exceso de maquillaje con ayuda de un algodón
impregnado con un Agua Floral. El Agua Floral de Aciano es especialmente buena
para limpiar los ojos, pues calma los ojos irritados y fatigados después de un
largo día frente a la computadora, es suave y antialérgico.
Deja
los algodones sobre tus ojos unos segundos para suavizar el maquillaje y
facilitar el desmaquillado.
1 El primer paso para
tener un rostro radiante es limpiar con una Leche o Crema Limpiadora Vegetal
por la mañana y por la noche.
En
un recipiente con agua tibia agrega unas gotas de Aceites Esenciales y humedece
con esta agua una toalla facial.
Durante la noche
utiliza Ylang Ylang, Flor de Azahar o
Lavanda, estos aceites ayudan a liberar tu piel del estrés cotidiano.
Durante la mañana
utiliza Rosas, Menta o Lavanda, estos aceites ayudaran a despertar tu piel y a
tonificarla.
Presiona
con esta toalla húmeda tu piel durante 10 segundos. De esta forma preparas tu
piel para la limpieza.
Luego,
aplica 1 a 2 cm. de Limpiadora en la palma de tu mano.
Remoja
tu otra mano en el recipiente con agua y frota tus palmas para emulsionar la
Limpiadora.
Reparte
la limpiadora sobre tu rostro presionando ligeramente tu piel pero nunca frotes
o talles.
Retira
totalmente la limpiadora con el agua tibia impregnada en aceites ayudándote con
tus manos.
Remoja
tu toalla facial en agua fría y presiona tu piel durante 10 segundos. Esta
simple acción contrae el pequeño musculo alrededor del folículo piloso ayudando
a eliminar cualquier suciedad y deja tu piel con una textura suave y uniforme.
2 El segundo paso es tonificar
la piel y equilibrar su pH.
Aplicar
un tónico después de la limpiadora optimiza la acción purificante de la
limpiadora, refresca y la ayuda a conservar su elasticidad y pH natural. Para
esto las Aguas Florales Concentradas son ideales. Contienen un pH muy semejante
al de nuestra piel. Las Aguas Florales son obtenidas a partir de la destilación
de plantas aromáticas. Son ligeramente perfumadas y constituyen una manera muy
agradable de descubrir la Aromaterapia.
Durante la noche
el Agua Floral de Lavanda o Flor de Azahar ayuda a calmar, relajar los músculos
faciales y te ayudan a descansar mejor.
Durante el día
es recomendable utilizar un agua tonificante y refrescante como el Agua de
Hamamelis o el Agua Floral de Rosas. El Agua de Hamamelis combinada con Cítricos
es ideal al despertar y ayuda a las pieles mixtas o con tendencia grasa a
recuperar su balance. El efecto tensor del Agua Floral De Rosas rejuvenece y
ayuda contra el envejecimiento de la piel.
Con
ayuda de un algodón impregnado con Agua Floral reparte a lo largo de todo tu
rostro y cuello presionando suavemente contra tu piel y dando toques ligeros.
3 El tercer paso es
hidratar y regenerar la piel.
Una
vez limpia y tonificada, la piel está preparada para recibir un tratamiento
facial de noche pues durante la noche la piel se relaja de las tensiones
gesticulares y se regenera a nivel celular. Este el momento ideal para ayudar a
la piel con un tratamiento natural que la ayude a descansar. Una crema nocturna a base de aceites vegetales
como el Aceite de Rosa Mosqueta o Aceites Esenciales, es ideal para ayudar a la
regeneración de la piel conservando su manto hidrolipídico y sin obstruir los
poros, aporta nutrición, energía y elasticidad.
Para potenciar el efecto nutritivo y
regenerador de la crema de noche,
después de su aplicación, coloca sobre el
rostro una toalla humedecida con
agua tibia y dejar actuar unos
minutos.
Para
hidratar y proteger tu piel durante el día aplica una crema que armonice y
nutra tu piel con extractos vegetales de origen orgánico. El extracto de té
verde y la pasiflora ayudan a proteger tu piel y neutralizar los efectos del
sol, del viento, de la contaminación y del estrés.
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