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octubre 07, 2010

CUIDA TU PIEL



Ella contiene todo lo que tienes dentro. Te ayuda a entrar en calor cuando hace frío y a refrescarte cuando hace calor. Te permite percibir cosas y a otras personas a través del tacto. Te protege.


¿Quién se encarga de hacer todas esas maravillas? Tu piel, ¡por supuesto! ¿Y qué te pide ella a cambio por todas esas cosas tan maravillosas que hace? Sólo un poco de consideración y ciertos cuidados. Así que veamos cómo puedes cuidar la piel que llevas puesta.


¿Por qué debes cuidarte la piel?


Al igual que el corazón, el estómago y el cerebro, tu piel es un órgano. De hecho, se trata del órgano más grande de tu cuerpo, aunque es fácil que la mayor parte del tiempo ni siquiera te des cuenta de que la tienes. A menos de tengas algún problema, es posible que no pienses mucho en tu piel. Pero la piel desempeña una función importante.


La piel nos protege constantemente. Evita que entren muchas infecciones en tu cuerpo, impidiendo que te enfermes. Si te cuidas la piel, le ayudarás a desempeñar su función. Y si la cuidas bien ahora, ayudarás a prevenir problemas futuros, como las arrugas y el cáncer de piel.


Una piel limpia es una piel feliz


Una forma fácil de cuidarte la piel es mantenerla limpia. Mantener las manos limpias es especialmente importante porque las manos pueden dispersar los gérmenes por la piel de otras partes del cuerpo.


Cuando te laves las manos, utiliza agua a una temperatura agradable, templada tirando a caliente. Primero mójate las manos y después enjabónatelas con un jabón vegetal suave. Enjabónate y frota bien todas las partes, incluyendo las palmas, las muñecas, entre los dedos y debajo de las uñas. Enjuagate a conciencia, sécate bien con una toalla limpia, ¡y ya está!


También deberás usar agua a una temperatura agradable, es decir, templada, en tu cuerpo cuando te bañes, así como un jabón suave de origen vegetal especialmente para la piel del cuerpo.


No descuides la piel de la cara, ya que ésta es más delicada que la piel del cuerpo y por lo tanto necesita un cuidado especial. Limpiala siempre al despertar y antes de dormir con agua tibia y una limpiadora suave libre de jabón que sea especifica para la piel del rostro. Masajea suavemente la cara, describiendo movimientos circulares. No te frotes la cara. Lavarse demasiado o frotarse la piel puede irritarla.


Los humectantes son vitales después de limpiar la piel, sin importar el tipo o condición de piel que tengas. Ya sea en el rostro o en el cuerpo, un buen humectante ayudara a proteger las defensas naturales de la piel contra el ambiente mientras controla la perdida de humedad en la piel. Aún en el caso de acné necesitas mantener la piel humectada. Si tienes brotes de acné, lo ideal es utilizar productos especiales para tratarlo de una forma no agresiva. No dudes en consultarnos acerca de éste o cualquier problema que te preocupe en tu piel.


Protege tu piel de los efectos nocivos del sol


Hay un producto para la piel que necesita todo el mundo: un protector solar. Aunque tengas la piel oscura, necesitas utilizar crema de protección solar. Si te proteges la piel de los rayos del sol, podrás prevenir las quemaduras solares, que, aparte de ser dolorosas, lesionan la piel. Las cremas solares también ayudan a prevenir las arrugas y líneas de expresión que salen cuando envejecemos y reducen el riesgo de padecer cáncer de piel, una enfermedad que está provocada por la exposición a los rayos solares nocivos.


Elige una crema protectora con un factor de protección solar (FPS) de 30 o 45, y aplícatela homogéneamente y por toda la piel expuesta al sol. Sigue las instrucciones que vienen con la crema, que suelen recomendar repetir la aplicación, sobre todo después de mojarse o sudar.


Puesto que la crema solar no pude protegernos del sol completamente, también es una buena idea ponerse una gorra con visera y un protector labial que tenga filtro solar. Asimismo, evita exponerte por largos periodos al sol cuando está en el cenit o en las hora de mayor insolación, por ejemplo, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.


¡Superpiel!


Estos son los cuidados más básicos para ser amables con la piel que nos contiene.


Sin embargo no hay que olvidar la sorprendente capacidad de curación que tiene la piel. Si recuerdas la última vez que hayas tenido una herida en la piel, seguramente después tu piel se regeneró, la herida se te curó y ahora no queda ni rastro de la herida o tal vez solo una cicatriz. Como ves, tu piel tiene una super capacidad de autosanarse. Solo una piel sana y bien cuidada puede reaccionar mejor ante cualquier cambio sin perder su equilibrio. El secreto está en estimular sus propias fuerzas naturales. Por eso siempre utiliza productos que ayuden de forma natural a mantener la salud de tu piel, su vitalidad y tersura. Estos deben estar hechos a base de ingredientes vegetales, ya que solo estos son especialmente afines al cuerpo humano por su pureza y sus virtudes.


Puedes estar segura de encontrar en Kanti una gran variedad de productos y terapias para mantener o reconstruir el equilibrio natural de toda tu piel.


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