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junio 11, 2011

La Dieta Anti Envejecimiento

Si estas buscando lucir tu mejor cara, sin recurrir al bisturí, el ingrediente secreto podría estar justo frente a ti.




Los signos de la edad incluyen no solo arrugas en la piel, sino también condiciones en la salud como la pérdida de memoria, funciones cerebrales disminuidas, y el riesgo creciente de enfermedades como padecimientos del corazón, osteoporosis, cáncer, etc. Vivir una larga y saludable vida está altamente relacionado a llevar una dieta y estilo de vida saludable.


Esto significa, actividad física regular, descanso adecuado, evitar el tabaco y una dieta rica en alimentos saludables. El resultado de esta combinación es la mejor defensa contra el envejecimiento.




Algunos alimentos contienen poderosas sustancias llamadas fitonutrientes capaces de reducir los efectos del estrés oxidativo en todo el organismo así como la inflamación a nivel celular, minimizando el impacto del envejecimiento.



El agua de manantial es esencial para la hidratación de la piel y el adecuado funcionamiento de todos los órganos del cuerpo. Diariamente nuestro cuerpo realiza un sinnúmero de procesos en los que utiliza agua. Sin ella el cuerpo no podría realizar sus reacciones químicas lo cual limitaría las funciones de varios de tus órganos. Además el agua lleva los nutrientes a todas tus células y elimina los desechos y toxinas. El agua también actúa como protectora, ya que controla la temperatura del cuerpo y ayuda a equilibrar el pH en el cuerpo manteniendo cada una de tus células jóvenes y saludables. Disfruta de 6 a 8 vasos diarios de agua pura de manantial. Sin esperar a tener sed.


Las frutas, verduras y hortalizas son poderosos antioxidantes, ricas en vitaminas y minerales. Consumirlas ayuda a combatir los radicales libres (moléculas inestables que envejecen tus células. Además contienen ambos tipos de fibra (soluble e insoluble), las cuales te ayudarán a tener intestinos saludables, previniendo el estreñimiento y favoreciendo la flora intestinal. Disfruta de al menos 5 porciones diarias para prevenir enfermedades degenerativas como el cáncer y padecimientos cardiovasculares. Combina diferentes colores y variedades de frutas, verduras y hortalizas durante el día.


Los germinados incluidos en la alimentación diaria como parte de tus raciones de vegetales mejorarán la capacidad de tu cuerpo para desintoxicarse y regenerarse. Las plantas a esta corta edad poseen cualidades revitalizantes y regenerativas únicas que ayudan a mantener y recuperar la salud, depurando el organismo. Su rica concentración de enzimas favorece la regeneración del torrente sanguíneo y serán grandes aliados para revitalizar el eco-sistema digestivo. El consumo de germinados favorece para una buena regulación intestinal, contribuyendo a desalojar gases y deshechos, renovando la flora intestinal. Además, tonifican el sistema nervioso, reducen el colesterol malo y están indicados en caso de desnutrición, anemia, descalcificación, diabetes y desequilibrios en la piel.


Las leguminosas están llenas de nutrientes similares a las frutas y verduras. Ricas en fibra, son una fuente de proteínas de alta calidad. Fortalecen el sistema nervioso, mejoran la digestión y remineralizan la piel, los huesos y los músculos, previniendo algunos efectos del envejecimiento como la perdida de firmeza en la piel. Inclúyelas en las ensaladas o Combínalas con cereales integrales y obtendrás todas las proteínas necesarias sustituyendo los productos animales.


Las nueces son una rica fuente de vitaminas del grupo B, las cuales son buenas para tu corazón y tu cerebro. Las grasas saludables de las nueces benefician la producción de colágeno y elastina en la piel, ayudándola a mantenerse firme y definir su estructura. Las nueces están llenas de proteínas y otros nutrientes y están libres de colesterol. Las almendras son ricas en vitamina E. Las nueces Mientras que las nueces Pecan contienen antioxidantes. Te recomendamos consumirlas diario pero en pequeñas porciones debido a su gran aporte calórico.


Los cereales y granos integrales te proveen de fibra necesaria para reducir los niveles de colesterol. Además contienen fitonutrientes igual que las frutas y verduras. Comer granos y cereales enteros puede reducer el riesgo de cancer, diabetes y enfermedades del corazón. Incluye al menos 3 porciones diarias. Puedes añadir cebada en tus sopas, trigo en tus ensaladas o avena en tus guisos. Elige la versión integral de panes y pastas en lugar de la refinada. Los cereales y granos integrales son mínimamente procesados, así retienen más valor nutricional. La fibra en los granos y cereales enteros previenen problemas digestivos como estreñimiento.


Comer pescado tres o cuatro veces por semana te dará múltiples beneficios en tu salud. Gracias a sus ácidos grasos Omega -3 el pescado de agua fría te ayudará a evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y la incidencia de cáncer. Equilibrar tu estado de ánimo. Mejorar tus funciones cerebrales ayudándote en el aprendizaje y memoria y previniendo enfermedades como demencia, Alzheimer y esquizofrenia. También te ayuda a lubricar órganos como los ojos, la piel y las articulaciones y a mejorar su funcionamiento. Para preservar su calidad, evita freírlos. Prefiere asarlos a la parrilla, hornearlos o cocerlos al vapor.


El yogurt tiene todos los beneficios de los lácteos, más los probióticos que te ayudarán a desarrollar tu flora de bacterias beneficiosas en tus intestinos. Incluir por lo menos una porción de yogurt diario, te ayudará a prevenir y tratar enfermedades, mejorar la digestión, favorecer la absorción de nutrientes y estimular las defensas de tu organismo haciéndote más resistente contra infecciones. Los probióticos no son exclusivos del yogurt, también puedes probar el jocoque, el requesón, el té de kombucha, o la sopa miso, así podrás combinar estas opciones durante tu día.




El TOP 10 de los alimentos anti envejecimiento


1. Frutos Rojos (uva, fresa, cereza, frambuesa, zarzamora, arándano, granada, açai)


2. Vegetales Allium: ajo, cebolla blanca, cebolla morada, cebolla cambray, poro, cebollín.


3. Cereales integrales (arroz, trigo, centeno, cebada, mijo, quinoa, maíz, avena)


4. Hojas Verdes (col, lechuga, espinaca, acelga, berro, escarola, apio, brócoli, perejil, etc.)


5. Frijoles, Lentejas y Soya


6. Nueces y semillas (ajonjolí, semilla de calabaza, semilla de girasol, chia, linaza, nuez pecán, macadamia, nuez de la india, nuez de castilla, castaña, avellana, almendra, piñón)


7. Germinados (alfalfa, soya, berro, brócoli, mostaza, lentejas, trigo, etc.)


8. Yogurt y otros alimentos con probióticos


9. Té verde


10. Aceite de Oliva